¿Cómo empezó la larga parada del reloj de Triana?
La primera y más larga inactividad de este reloj comenzó en 1965 y duró hasta 1990. Entonces Armando Bordes Martín, con el permiso de la propietaria Gertrudes Pflüger, tomó la iniciativa de volver a poner el reloj en funcionamiento. Se acercó a Jacobo González Velázquez, vecino de Santa Brígida y reconocido «manitas» que anteriormente había reparado un reloj en Heredad de Aguas. González ofreció su ayuda para restaurar el reloj.
Ese año el reloj fue desmantelado y sometido a intensas reparaciones durante doce meses. El 27 de junio de 1991 se reinstalaba el reloj en Triana y se comenzaba de nuevo a marcar el tiempo en un acto festivo. Luis García de Vegueta, Armando Bordes Martín y el propietario expresaron su agradecimiento a Jacobo González, que había reparado el reloj cuando en realidad estaba «Maduro para ser Desguazado«.
¿Por qué se volvió a parar el reloj de Triana?
La segunda paralización, y al parecer definitiva, se produjo hace unos diez o doce años. Tras el cierre de la relojería, aparentemente no se llegó a ningún buen acuerdo con los propietarios del edificio. Esto llevó a los herederos de Pflüger a decidir desconectar el reloj y llevarse consigo el reloj de pie, imprescindible para su funcionamiento. El reloj se detuvo a las doce horas y dos minutos de un día que nadie recuerda.
Al igual que el barco de vapor «La Palma», que en su momento fue ofrecido al municipio pero fue ignorado y finalmente trasladado a Tenerife, los herederos de Pflüger ofrecieron el reloj a la ciudad. Propusieron donar el reloj, con la condición de que el municipio se hiciera cargo de su mantenimiento. Sin embargo, no hubo respuesta.
Según Jacobo González, es imposible que el reloj vuelva a funcionar con el mecanismo original y obsoleto con el que empezó a principios del siglo XX. Considera que si una institución como el Cabildo, el municipio o la Cámara de Comercio decide restaurar el reloj, los costos serían mínimos dado su valor antiguo e importancia cultural.
¿Cuánto cuesta la restauración del reloj de Triana?
Hace unos años, González consultó con empresas especializadas y envió un sencillo modelo mecánico a Pepe Macías. El coste estimado de instalar este mecanismo en el reloj era de menos de mil euros en aquel momento. Sin embargo, la campana de Triana, auténtica reliquia (ver ilustración de 1928 cuando colgaba en su ubicación actual), corre riesgo de demolición si no se actúa rápidamente.
¿Por qué es importante conservar el reloj de Triana?
El Reloj de Triana representa una importante pieza del patrimonio cultural de Las Palmas de Gran Canaria. Restaurar y preservar el reloj no es sólo un homenaje a la historia de la ciudad, sino también una valiosa aportación al paisaje turístico y cultural.
Esperemos que alguna autoridad decida salvar este histórico reloj y le permita conservar el lugar que le corresponde en Triana.
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